martes, 10 de febrero de 2015

Componentes de la actitud



Según “Rodríguez Aroldo”  distingue tres componentes de las actitudes:

Componente cognoscitivo: para que exista una actitud, es necesario que exista también una representación cognoscitiva del objeto. Está formada por las percepciones y creencias hacia un objeto, así como por la información que tenemos sobre un objeto. En este caso se habla de modelos actitudinales de expectativa por valor, sobre todo en referencia a los estudios de Fishbein y Ajzen. 

Los objetos no conocidos o sobre los que no se posee información no pueden generar actitudes. La representación cognoscitiva puede ser vaga o errónea, en el primer caso el afecto relacionado con el objeto tenderá a ser poco intenso; cuando sea errónea no afectará para nada a la intensidad del afecto.

Componente afectivo: es el sentimiento en favor o en contra de un objeto social. Es el componente más característico de las actitudes. Aquí radica la diferencia principal con las creencias y las opiniones que se caracterizan por su componente cognoscitivo.

Componente conductual: es la tendencia a reaccionar hacia los objetos de una determinada manera. Es el componente activo de la actitud.

No son innatas, hay tres formas de adquisición:
1. A través de la experiencia directa, con un objeto, persona o situación.
2. Mediante la objetivación de los efectos de un estímulo.
3. Como consecuencia de las comunicaciones que constantemente están describiendo las características, atributos o cualidades. Valoraciones positivas, negativas, por ejemplo, fomentan actitudes en la publicidad.


Ejemplo de una Actitud Negativa:


El lamentarse o quejarse de las situaciones laborales es una actitud negativa, ya que siempre existirán contratiempos en el trabajo y el quejarse de ellos únicamente distrae y evita que el trabajo sea realizado eficientemente, lo que hace que se invierta más tiempo en una tarea del que llevaría si simplemente se acepta y se realiza.

Ely Nieves C.I.: 23.812.456


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